Te enseñamos a leer la mano en 10 pasos
Todos conocemos la expresión: “los ojos son el espejo del alma”, pero ¿y nuestras manos?
Manos y uñas pueden revelar datos acerca de nuestro estado de ánimo o nuestra salud.
Si vivimos estresados, nos alimentamos mal y no prestamos mucha atención a nuestra salud probablemente nuestras uñas reflejen parte de estos daños. Así que te dejamos a continuación un listado de puntos a revisar.
El color natural de una uña sana debe ser rosado, su aspecto suele ser liso y uniforme. Cuando las uñas cambian de color, se vuelven pálidas o presentan rayas de otros tonos, podrían estar exteriorizando un problema de salud.
1.Aparición de manchas blancas: leuconiquia.
- Se trata de una mancha que suele aparecer por alguna lesión o trauma sobre la uña o en la matriz. A veces también pueden surgir tras usar detergentes o productos abrasivos o por el uso de algún tipo de manicura muy agresiva.
- No tiene ninguna consecuencia negativa, ya que su aparición no se debe a ningún déficit en calcio o zinc.
- Debemos diferenciarla de la leuconiquia aparente, en la que las manchas blancas se ubican en el lecho ungueal. En este caso la mancha se observa a través de la uña y es estática, no avanza conforme crece la uña. Estas manchas en el lecho pueden estar originadas por diferentes enfermedades, como la cirrosis hepática, insuficiencia cardíaca, la diabetes o la insuficiencia renal.
2.Coloración amarillenta:
- La aparición de un color amarillo en la uña puede deberse a agentes externos como la nicotina del tabaco o el formaldehído presente en algunos esmaltes.
- Un consumo elevado de alimentos ricos en betacarotenos también puede favorecer la aparición de este color (zanahorias, calabaza, melón, mango, papaya, espinacas, patatas,…).
- Esta coloración también puede aparecer en casos de infección por hongos, aunque en caso de infección la uña suele volverse más quebradiza y el color puede ir tornándose verdoso.
3. Uñas azuladas.
- Si tus uñas muestran un aspecto azulado, morado o púrpura, suele deberse a problemas de oxigenación. El origen de esta mala oxigenación habría que buscarlo en problemas cardíacos o pulmonares.
4. Uñas “cuchara” o Coiloniquia:
- Es un aspecto de uña típico en pacientes con anemia ferropénica (por falta de hierro). En estos casos las uñas tienden a aplanarse y se hunden en la zona central.
5. Uñas pálidas.
- Si observas que tus uñas se vuelven más pálidas de lo habitual, esto puede deberse al frío exterior. Se trata de un mecanismo de adaptación; nuestro organismo limita la circulación de sangre hacia las extremidades.
- Esta misma estrategia ocurre en casos de anemia o de déficit nutricional.
- En caso de problemas circulatorios también podrían verse las uñas más pálidas de lo habitual.
6. Manchas oscuras.
- En estos casos es importante observar la mancha, descartando que se trate de un hematoma y acudir al dermatólogo para que la evalúe, existe un tipo de melanoma que se manifiesta subunguealmente y la detección precoz es clave.
7. Surcos , líneas y rugosidades
- Es habitual que en nuestras uñas aparezcan surcos longitudinales o transversales, con la edad, debidas a traumatismos, golpes, detergentes, manicuras agresivas. Si es algo eventual, terminará revirtiendo y desapareciendo.
- En ocasiones estas rugosidades pueden deberse a enfermedades como la psoriasis, conforme se desarrolla pueden volverse más gruesas y quebradizas.
- Enfermedades como la artritis o el lupus también pueden manifestarse con daños de este tipo en nuestras uñas.
- Una mala alimentación o el estrés son factores que también pueden favorecer la aparición de estas alteraciones en la superficie de la uña.
8. Onicólisis. Separación de la uña.
- Debido a ciertas alteraciones en el lecho ungueal, se produce la separación de la uña del lecho ungueal.
- Las causas más frecuentes son traumatismos, psoriasis y onicomicosis.
- Sin embargo, también puede guardar relación con enfermedades sistémicas como enfermedades tiroideas, porfiria, sífilis, pelagra, o tras sufrir tratamientos quimioterápicos.
9. Daños e inflamación en el pliegue ungueal.
- Cuando la piel está enrojecida o hinchada alrededor de la uña, puede deberse a algún proceso infeccioso (paroniquia), o a un mal cuidado de la cutícula.
- La hidratación de nuestra piel y uñas resulta clave para evitar un exceso de sequedad.
10. Fragilidad.
- La fragilidad en tus uñas puede deberse a múltiples causas, las más comunes suelen ser el contacto con agentes químicos, manicuras agresivas, esmaltes o quitaesmaltes de mala calidad, estrés o déficits nutricionales.
Sea cual sea el estado de tus uñas. Te animamos a que las revises con frecuencia (también las de los pies), ante la mínima sospecha de daño o infección acude a tu especialista.
Limita su contacto con agua o agentes detergentes, que ablandan y debilitan la superficie de la uña.
Cuida tu alimentación y no descuides la hidratación.
Limpia e higieniza su superficie con productos suaves y nutritivos.
Procura cortarlas de manera recta, y si te gusta ir a la última usa siempre productos de calidad para tus manicuras.
Pilar Suárez
nº col. 23457